【本報訊】La moción de vacancia presidencial discutida en el Congreso el pasado 28 de los corrientes, dio tregua mediática al tema de Petroperú que está en una crisis agravada por la pugna entre los miembros de la junta general de accionistas (JGA), que representan a los Ministerios de Energía y Minas y de Economía y Finanzas. En disputa, la continuidad del directorio en cuyo ejercicio se ha generado desconfianza en el sistema financiero nacional e internacional, con perjuicio para la empresa, que se ha manifestado en la descalificación en su clasificación de riesgo y en la disminución en la cotización de los 3,000 millones de dólares en bonos colocados en Nueva York, en los años 2017 y 2021.
Lo que se necesita en estos momentos es recuperar confianza con mucha celeridad y debe empezarse por los miembros de la JGA que deben mantener sus disputas entre cuatro paredes, en lugar del cruce de comunicados públicos, pésima señal la que otorgan a los agentes económicos.
Los directores, encabezados por el Presidente, deben tomar el liderazgo en las declaraciones públicas, han estado ausentes. Se necesita con urgencia explicaciones en lugar de estar atizando confrontaciones. Una tarea prioritaria debe ser asegurar que el próximo 5 de abril haya postores de relevancia internacional, en el concurso tardío de la auditoría contable del año 2021. Si este proceso fracasa habrán llevado a la empresa a un problema más grave del que ya tienen.
En cuanto a las explicaciones que hay que brindar al mercado hay tres que son prioritarias:1) la confidencialidad que esperan de los auditores, que ha sido una de las razones de las divergencias con Price Waterhouse Cooper, 2) las razones de la disputa con la empresa Altamesa para la constitución de una sociedad con Petroperú para la operación del lote 192, y 3) la sustentación del margen de refinación que han estimado para cuando inicie operaciones la Refinería Talara, y que permita pagar los créditos con bonistas y bancos avalados por la agencia española Cesce.
Hagan docencia con fundamento, así podrán remontar la credibilidad depreciada cuyo origen podemos atribuirla a muchas razones, pero que el producto final es que existe y es perjudicial para los funcionarios, la empresa y el país. 秘鲁新世界日報
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