(Xinhua) — Tres centros de pensamiento chinos publicaron el lunes un informe de investigación detallando los hechos reales en relación con la respuesta de Estados Unidos a la pandemia de COVID-19.
El informe fue elaborado en respuesta a la afirmación de algunos medios estadounidenses según los cuales el país norteamericano es «el número uno a nivel mundial» en cuanto a la respuesta a la epidemia.
Titulada «¿’Estados Unidos el número uno’? La verdad sobre la respuesta de Estados Unidos contra la COVID-19», la investigación aborda el tema centrándose en cinco aspectos, a saber, «Por la competición entre partidos, no por la vida», «Medidas anticientíficas y en contra del sentido común», «Fallas del sistema hacen que la pandemia sea difícil de controlar», «La pandemia exacerbó la brecha social», y, «Destrucción voluntaria de la resistencia global a la pandemia».
El informe fue elaborado conjuntamente por el Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China (RDCY), el Instituto Taihe y el Instituto Intellisia.
Bajo el doble golpe del virus y de las calamidades provocadas por el hombre, la pandemia en Estados Unidos no ha sido controlada eficazmente hasta ahora, señala el informe.
El Gobierno estadounidense ha ido en contra de la ciencia y el sentido común en múltiples aspectos, como la prevención y el control de la pandemia y la investigación de su origen, las cuales son las razones directas por las que Estados Unidos es un «país fallido en la lucha contra la pandemia», añade.
El informe dice que Estados Unidos ha ocultado la verdad y ha politizado las cuestiones concernientes a la lucha contra la pandemia, al mismo tiempo que ha dependido en exceso de las medidas monetarias en la lucha.
En medio de la pandemia, la riqueza de los acaudalados en Estados Unidos se ha disparado, mientras que la vida de las personas comunes se ha deteriorado, la sociedad estadounidense se ha dividido y las tensiones raciales se han intensificado, indica el informe.
A nivel internacional, Estados Unidos es el «país donde se propagó el virus», señala el informe, y añade que también es el «presunto origen del brote» y el «país donde la respuesta mundial al virus ha sido devastada».
Al destacar que más de 20 millones de ciudadanos estadounidenses siguen viajando al extranjero luego del brote de la COVID-19, el informe afirma que Estados Unidos tiene una responsabilidad ineludible en la propagación mundial de la pandemia.
También plantea varias cuestiones, como si la llamada «enfermedad respiratoria» inexplicable o «enfermedad del pulmón blanco» de causa desconocida en Estados Unidos es en realidad COVID-19, qué tipo de investigación se está llevando a cabo en Fort Detrick y en otros laboratorios biológicos del país, y si está relacionada con la COVID-19.
Wang Wen, decano ejecutivo de RDCY, dijo que el hecho de que algunos medios de comunicación estadounidenses califiquen a Estados Unidos como «el número uno del mundo» por su respuesta a la pandemia de COVID-19, haciendo caso omiso de la cruda realidad, no ayudará a las generaciones futuras a considerar a la historia mundial actual de forma realista y objetiva.
Wang también expresó su esperanza de que el informe de investigación ayude a más personas a reconocer la verdad y a que otros países aprendan de los errores de Estados Unidos, en un intento de responder mejor a crisis de salud pública similares.
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