(Xinhua) — Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China señaló el viernes que Estados Unidos es el mayor saboteador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en lo que respecta a su capacidad para realizar independientemente y sin interferencia sus funciones.
El portavoz, Zhao Lijian, hizo los comentarios en la rueda de prensa diaria en respuesta a los ataques de Estados Unidos contra China en el tema del rastreo del origen de la COVID-19.
Tras describir los ataques de Estados Unidos como la farsa de un ladrón que grita «detengan al ladrón», Zhao dijo que es Estados Unidos quien se retiró descaradamente de la OMS y amenazó con dejar de pagar sus cuotas, y es también Estados Unidos quien está estigmatizando abiertamente la epidemia, etiquetando el virus e interfiriendo en la respuesta global de la OMS.
Mientras que China está implementando activamente las recomendaciones del informe de la misión conjunta de la primera fase y realizando estudios complementarios de seguimiento, la parte estadounidense se dedica a un rastreo del origen políticamente motivado, desafiando las conclusiones autorizadas de la investigación científica, difundiendo información falsa y mentiras, y distorsionando flagrantemente la posición de otros países, dijo Zhao.
Al señalar que el «virus político» también necesita ser rastreado al igual que el coronavirus, el portavoz instó a Estados Unidos a respetar la ciencia, dejar de sabotear la cooperación internacional en la lucha contra la epidemia y el rastreo del origen del virus, y adoptar una actitud abierta, transparente y cooperativa para invitar a expertos de la OMS a Estados Unidos para un estudio de rastreo del origen.
«Difamar a otros países no puede ayudar a encubrir a Estados Unidos», dijo Zhao, quien instó a la parte estadounidense a atender las dudas relativas a sus laboratorios biológicos y a los primeros casos, entre otras cosas.
En respuesta a los informes de los medios de comunicación estadounidenses de que las autoridades sanitarias de Florida borraron los datos sobre los 171 pacientes con síntomas de COVID-19 o que dieron positivo en las pruebas de coronavirus en enero y febrero de 2020, Zhao dijo que la medida estadounidense revela una vez más el complot político de Estados Unidos para encubrir la epidemia.
«Estos políticos estadounidenses le deben al mundo una explicación responsable de lo que han hecho con un desprecio insensible por los hechos, la ciencia y la vida humana», añadió Zhao.
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