(China.org.cn) — Los sistemas de transporte público de muchas ciudades como Beijing y Guangzhou han ajustado los requisitos de uso de mascarilla tras la última actualización del mecanismo nacional de respuesta de la COVID-19.
«Tenemos que volver al periodo anterior a la COVID-19 por lo que creo que es razonable relajar la obligatoriedad del uso de mascarillas en el transporte público y, a medida que vaya mejorando la situación vírica, creo que deberíamos llevarla en función del estado de salud personal», indicó Gao De, pasajero en el metro de la capital china.
Después de tres años de lucha, ponerse mascarillas en público ha devenido un hábito para muchos, pero las declaraciones de Gao coinciden con el cambio de mentalidad luego que el virus desapareciera gradualmente de la vida cotidiana.
Según datos publicados por la Organización Mundial de la Salud, la pandemia está llegando a su fin y su amenaza para los seres humanos ya no es grave, declaró el 13 de abril Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades.
El 12 de abril, la Administración Nacional de Prevención y Control de Enfermedades aclaró que el uso de mascarillas era recomendable pero no obligatorio en metros, trenes y otros medios de transporte público.
Los carteles que recordaban su uso en las estaciones de metro de Beijing se han retirado y el mensaje de «Por favor, lleve mascarilla en todo momento» ha dado pie a «Le recomendamos llevar mascarilla en todo momento».
Tras conocer la noticia, Han también de Beijing sintió tranquilidad porque hacía varios días le prohibieron subir al autobús por no llevarla.
«Creo que no es razonable su requerimiento forzoso desde el relajamiento de las medidas de prevención y control de la COVID-19. Me la pongo cuando es necesario, dependiendo de mi estado de salud», indicó Han.
En otras ciudades se han puesto en marcha políticas similares. Las 95 terminales de autobuses del Centro de Gestión de Estaciones de Transporte de Guangzhou solo recomiendan su uso desde el 14 de abril en Guangzhou, provincia de Guangdong.
Muchas otras urbes como Shanghai, Xian, Shijiazhuang y Fuzhou también han hecho lo propio.
Sin embargo, las máximas autoridades de control de enfermedades señalaron que el uso de mascarilla debe seguir siendo la regla para los positivos o quienes presenten fiebre, tos y otros síntomas, así como para aquellas en cuyos lugares de residencia o comunidades haya brotes, según las recientes directrices sobre el tema.
Además de la COVID-19, otras enfermedades infecciosas y alergias influyen en la decisión de usar o no mascarillas.
En Guangzhou, los contagios por H1N1 han aumentado, según datos del centro municipal de prevención y control de enfermedades del 6 de abril. El aviso advirtió un refuerzo en las medidas de prevención.
Yue Zhengrong, residente de Beijing, sostuvo que sigue dispuesto a llevarla cuando toma el metro tras el cambio de política.
«El metro está abarrotado y ahora es el momento de mayor incidencia de algunos males respiratorios. Una mascarilla puede evitar la propagación de gotitas portadoras del virus y protegerme de la mala calidad del aire por el polvo y las candelillas. Ahora la llevo en interiores y en exteriores”, detalló.
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