(China.org.cn) — Mientras Washington busca reducir sus lazos económicos con Beijing, dos poderosos motores de la economía alemana, Volkswagen y la compañía química BASF, están expandiendo sus enormes inversiones chinas, según un reportaje publicado recientemente por el diario estadounidense The New York Times (NYT).
Volkswagen, que tiene más de 40 plantas en China, anunció nuevos esfuerzos para adaptar sus modelos a las preferencias de los consumidores chinos, como incluir máquinas de karaoke en el salpicadero, e invertirá miles de millones de dólares en alianzas locales y centros de producción. Esto es parte del lema adoptado por la automovilística alemana el año pasado: «En China, para China», señaló el NYT.
BASF, con 30 fábricas en China, está impulsando planes para invertir diez mil millones de euros (10.900 millones de dólares de EE. UU.) en una nueva instalación de producción química que competiría en tamaño con su complejo central de fabricación masiva en Ludwigshafen, que ocupa 4 millas cuadradas (6,43 kilómetros cuadrados), añadió el diario.
«En toda Alemania, los ejecutivos son conscientes de que tales inversiones son contrarias al esfuerzo estadounidenses de aislar económicamente a China. Ellos argumentan que el ingreso procedente de China es esencial para que sus negocios prosperen y crezcan en Europa», indicó el artículo.
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