(China.org.cn) — Si bien menos parejas chinas están dispuestas a casarse en estos días, las que si eligen dicho camino lo hacen en una etapa posterior de sus vidas, según datos publicados recientemente.
El año pasado, hubo 7,64 millones de matrimonios registrados en el país, una disminución interanual del 6,1 %, según un informe del Ministerio de Asuntos Civiles, un mínimo histórico de 36 años desde que la cartera iniciara la recolección de datos en 1986.
La cifra ha retrocedido 8 años consecutivos, además, el 48,2 % de recién casados el año pasado tenían más de 30 años, todo un récord según el reporte.
Guo Xiamei, profesora asociada de la Universidad de Xiamen y especialista en estudios de familia, dijo: «La epidemia de COVID-19 puede ser una causa del descenso en el deseo de contraer nupcias debido a un recorte en las posibilidades de conocer parejas potenciales. Las dificultades económicas que le siguieron también pudo haber contribuido a la baja”.
«El período de ‘enfriamiento’ antes del divorcio es otro factor en el declive porque las personas intentan evitar el riesgo.
«Las estadísticas muestran que son los más jóvenes quienes prefieren no casarse porque muchos son conscientes que un certificado nupcial no es garantía de un amor durable”, añadió.
«Hasta cierto punto, ven la esencia del matrimonio como un sistema de asignación de bienes.
«La estructura nupcial y la familia son un sistema que busca dar estabilidad a la sociedad, pero cada vez son más los que piensan diferente. El matrimonio para muchas personas es una decisión arriesgada», constató Guo.
«La disminución en la tasa de casamientos va de la mano con la mejora en la educación, especialmente en las mujeres. Muchos países desarrollados también enfrentan el mismo dilema a medida que las personas avanzan en estatus educativo. Cuando esto sucede, la tasa nupcial baja”, acotó.
La experiencia de Zhou, de 34 años, en Beijing, coincide con los datos oficiales y el análisis de la experta.
Zhou, quien no mencionó su nombre completo, tenía una relación estable con su novio y celebraron su unión en 2017. Sin embargo, en China es necesario contar con un certificado oficial para que tenga valor legal y ellos no lo tenían. No obstante, vivían juntos y familiares y amigos los consideraban como una pareja.
«La mayoría desconocía que no estábamos casados legalmente hasta el año pasado», dijo.
«En aquel entonces, quería dejar mi antiguo departamento y comprar uno nuevo. Pero el mercado no era bueno, así que esperé un buen precio para venderlo. Me tomó dos años. Si adquiero una propiedad después de casarme, sería compartida con mi cónyuge, lo cual es injusto porque mis padres dieron la mayor parte del pago inicial», dijo.
Anotó que el proceso de solicitud de préstamo es más complicado para una pareja casada.
Después de comprar el nuevo departamento en 2019, Zhou y su pareja pensaron que el certificado de matrimonio «no era importante».
«Nuestra relación va mucho mejor que la mayoría de nuestros amigos casados», dijo.
El año pasado, Zhou obtuvo el registro «solo porque salí embarazada».
Guo indicó: «Es vital facilitar el procedimiento para que los solteros tengan hijos a fin de alentar los nacimientos».
El año pasado, el número de recién nacidos en China cayó a 10,62 millones en comparación con los 12 millones de 2020.
Según la Comisión Nacional de Salud, el crecimiento poblacional en el país será negativo, con más muertes que nacimientos, en 2025, ya que la tasa ha bajado de ritmo en los últimos años.
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