(Xinhua) — Ante las crecientes incertidumbres en el panorama internacional y los rebrotes domésticos de la COVID-19, China ha posicionado la inversión en infraestructura como una política prioritaria para reactivar la economía mientras asegura un crecimiento sostenible.
Los datos oficiales mostraron que la inversión del país en el sector de infraestructura aumentó un 6,7 por ciento interanual durante los primeros cinco meses de este año.
La inversión total planificada en proyectos recién iniciados durante el mencionado período registró un aumento interanual del 23,3 por ciento, informó el Buró Nacional de Estadísticas (BNE) en un comunicado.
Además de la perspectiva económica positiva, China ha emprendido una serie de iniciativas a favor de la inversión. El país prometió un enfoque moderadamente proactivo para avanzar en la inversión en infraestructura en la Conferencia Central de Trabajo Económico del año pasado, así como en el informe sobre la labor del Gobierno de este año, alineándose con el despliegue estratégico principal y el XIV Plan Quinquenal.
Los renovados llamamientos del país para la inversión en infraestructura se reiteraron en una reciente reunión ejecutiva del Consejo de Estado, que decidió recaudar hasta 300.000 millones de yuanes (alrededor de 44.710 millones de dólares) a través de la emisión de bonos financieros para la reposición de capital de grandes proyectos, entre otras medidas.
A fines de mayo, se emitieron un total de 2,03 billones de yuanes en bonos especiales, lo que representa el 59 por ciento de la cuota total, 1,4 billones de yuanes más que en el mismo período del año pasado.
De enero a mayo de 2022, el país inició 10.644 nuevos proyectos de conservación de agua, incluidos 609 proyectos cada uno con una inversión de más de 100 millones de yuanes, según el Ministerio de Recursos Hídricos.
En lugar de utilizar los fondos recaudados de manera indiferenciada, China ha hecho de la mejora del bienestar de las personas una prioridad de inversión, enfocando la inversión de 2022 en la renovación de antiguas comunidades urbanas y la construcción de túneles subterráneos de servicios públicos, entre otras tareas.
Durante el período enero-mayo, la inversión en los sectores de la salud y la educación se expandió un 27,8 por ciento y un 9 por ciento, respectivamente.
Además de los proyectos de infraestructura tradicionales, como las carreteras y las vías férreas, el país también está apostando por la nueva infraestructura como parte de su objetivo a largo plazo de optimizar el diseño económico general y fomentar nuevos motores de crecimiento.
Desde las plataformas de computación en la nube e inteligencia artificial hasta los centros de datos e Internet industrial, China ha canalizado más inversiones para avanzar en el desarrollo de nueva infraestructura.
En términos de infraestructura de información digital, el número de estaciones base de 5G en el país aumentó en 275.000 durante los primeros cinco meses del año, con lo que el total supera los 1,7 millones.
Según estimaciones de Industrial Securities, se espera que el aumento de la inversión en nueva infraestructura en China este año alcance los 180.000 millones de yuanes.
Entre los proyectos de inversión se encuentra un sistema nacional integrado de macrodatos. Este megaproyecto lanzado en febrero implica el establecimiento de ocho centros informáticos nacionales en el país, además de diez clústeres de centros de datos nacionales.
La inversión en nueva infraestructura se ha expandido constantemente y ha mostrado una fuerte resiliencia, y su papel en el apoyo a la reanudación de la producción y la estabilización de la cadena industrial y de suministro se ha vuelto más evidente, dijo Meng Wei, portavoz de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, en una conferencia de prensa.
Durante la segunda mitad del año, los gobiernos locales y las empresas clave seguirán aumentando el gasto en nuevos proyectos de infraestructura y se iniciará una serie de proyectos importantes, añadió Meng.
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