(China.org.cn) — El Washington Post apuesta por viejos trucos al exagerar el tema de Xinjiang para atacar a autoridades y empresas chinas bajo la excusa de derechos humanos, dijeron expertos, luego de que el medio afirmara que Huawei asiste a las prisiones en la región autónoma Uygur de Xinjiang, en el noroeste del país, en el monitoreo de delincuentes con tecnología de inteligencia artificial, al citar algunas presentaciones de PowerPoint «filtradas» y «confidenciales» de la firma.
El diario indicó el martes que Huawei había ayudado a muchas cárceles chinas, entre ellas las de Xinjiang, con la creación de sistemas de control, capaces de «identificar a las personas por voz, monitorear a políticos de interés, administrar la labor de reeducación ideológica y los horarios de trabajo para los reos, así como asistir a los minoristas en el rastreo de clientes vía reconocimiento facial».
Aunque la firma ha negado tener conocimiento de tal proyecto y ha destacado que «brinda servicios de nube de acuerdo con los estándares comunes del sector», el informe vinculó con malicia el uso de la tecnología en la región desde el 2017 con las supuestas detenciones masivas de uygures.
Se trata del último intento de algunos medios occidentales de utilizar la carta de Xinjiang para golpear a China con «problemas de derechos humanos», ya que es normal que gobiernos y empresas chinas cooperen en el uso de productos de alta tecnología en la administración de la ciudad, a medida que el país se esfuerza por tomar ventaja en la carrera global hacia una sociedad inteligente impulsada por los datos, apuntó una fuente cercana al caso el miércoles.
Otro aspecto importante del esquema es instalar cámaras de televisión de circuito cerrado en las ciudades para garantizar la seguridad. Este punto también ha sido criticado por algunos medios occidentales durante mucho tiempo como una medida de «controlar a las personas», señaló otra fuente.
Expertos y funcionarios chinos han refutado tales clichés como tonterías y han insistido en que dichas alegaciones están destinadas a una agenda que busca desprestigiar la implementación de una ciudad inteligente en China.
Ciertos países en Occidente y su prensa adoptan estándares dobles con China, incluso en el tema de tecnología en la gestión urbana. Los sistemas de alta tecnología son herramientas convenientes y efectivas en este aspecto y se ha usado ampliamente en todo el mundo, dijeron los especialistas.
Según el reporte de ABC en 2019, guardias y sheriffs en Estados Unidos usan inteligencia artificial para monitorear digitalmente llamadas telefónicas en los recintos penitenciarios, lo cual facilita la adquisición de información criminal y la prevención de delitos.
Un panel de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una propuesta en agosto para el estudio de su uso en el análisis de llamadas telefónicas de los presos en prevención de delitos violentos y suicidios, informó Reuters.
Según los PowerPoint «filtrados», las tecnologías de Huawei ofrecen respaldo clave en el llamado sistema de vigilancia. Por ejemplo, en análisis de voz, Huawei solo recopila y administra los sonidos, explicó Xiang Ligang, director general de la Alianza de Consumo de Información en Beijing.
La tecnología es útil en muchos campos, entre ellos control en prisiones y reconocimiento facial. China es más avanzada que otros países en sistemas inteligentes, pero estos últimos también utilizan los mismos en las cárceles, anotó Xiang.
Si las tecnologías de Microsoft e Intel se aplican en las prisiones estadounidenses, también se pueden crear presentaciones en PowerPoint para decir que ambas compañías están al servicio del Gobierno estadounidense en ese sentido, aseveró Xiang.
El informe también podría ser parte de una campaña mejorada de la Casa Blanca y la prensa para contener a China en términos de derechos humanos y democracia, ya que surgió en plena «Cumbre de la Democracia» que sirvió para criticarla especialmente respecto a la política de Xinjiang. Y en momentos en que la Cámara de Representantes aprobó una legislación para prohibir las importaciones de Xinjiang so pretexto de acusaciones de trabajo forzoso.
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