(Xinhua) — Los compromisos del presidente chino, Xi Jinping, hacia la respuesta y la cooperación global ante la COVID-19, así como el papel de China en la promoción de la salud pública mundial, son muy importantes, ya que están respaldados por acciones, opinaron expertos extranjeros.
«Todo eso fue importante, tanto por razones prácticas como por su simbolismo», dijo Silvia Menegazzi, profesora de relaciones internacionales en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad LUISS de Roma.
Xi se comprometió el viernes a proporcionar al mundo más vacunas contra la COVID-19 con la mejor disposición por parte de China, y pidió un rechazo del nacionalismo de las vacunas para hacer que los viales sean más accesibles en los países en desarrollo.
El gobernante hizo las declaraciones a través de video en la Cumbre de Salud Global organizada conjuntamente por Italia, que actualmente ocupa la presidencia del G20, y la Comisión Europea.
En su discurso, Xi también señaló que China propone establecer un foro internacional sobre cooperación en vacunas para países, empresas y otras partes interesadas que desarrollan y producen viales. El foro busca explorar formas de promover la distribución justa y equitativa de vacunas en todo el mundo.
Menegazzi aseveró que las declaraciones de Xi sobre la solidaridad y la cooperación global y el suministro de más vacunas a los países en desarrollo fueron significativas porque estaban respaldadas por acciones.
A su turno, Cavince Adhere, un investigador keniano en relaciones internacionales con un enfoque en los vínculos entre China y África, detalló que la promesa de China al mundo «ahora se está convirtiendo en una realidad», ya que el país está donando vacunas a los países pobres, lo que permite a los beneficiarios vacunar a grupos críticos de su población como trabajadores sanitarios de primera línea y otros sectores vulnerables.
Señaló que China ha donado millones de vacunas a varios países africanos y la reciente inclusión de la vacuna Sinopharm por la Organización Mundial de la Salud «permitiría a Beijing desempeñar un papel más central en la vacunación de la población africana como una forma de recuperación pospandémica».
«Si bien la promoción del acceso a las vacunas por parte de China ha sido vista por algunos países occidentales como una búsqueda por influir globalmente, el impacto final del nacionalismo de las vacunas por parte de los mismos acusadores representa una amenaza mucho mayor para los vulnerables del mundo», agregó el experto.
Recordó que «un amigo en problemas es en definitiva un amigo. En un momento en que la COVID-19 está asolando el mundo, China y África se han apoyado mutuamente frente a la pandemia. La solidaridad servirá para fortalecer los lazos entre China y África», planteó.
Fu Xiaolan, director fundador del Centro de Tecnología y Gestión para el Desarrollo de la Universidad de Oxford, también destacó la contribución de China a la investigación científica mundial y su amplia capacidad de producción, especialmente en la producción de medicamentos, vacunas y equipos de protección personal.
«Creo que China continuará contribuyendo a la lucha global contra el virus, especialmente en los países en desarrollo. La contribución de China ha sido importante y también recibida con agrado y reconocida por muchas personas en el mundo en desarrollo», ponderó.
Fu enfatizó en que «con el aumento de la capacidad de innovación y producción de China, China puede desempeñar un papel aún más importante en la salud pública mundial».
Desde su punto de vista, la propuesta de China de construir una comunidad mundial de intereses compartidos en la promoción de la salud pública también es muy importante.
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