(China.org) — Beijing básicamente ha controlado el último brote local de COVID-19 antes del feriado por el Año Nuevo Chino. Las autoridades señalaron el martes que la única zona de alto riesgo en la capital descenderá al menor nivel, con lo cual quedan despejadas todas las áreas de alto y medio tras no reportar casos durante 10 días consecutivos.
Beijing dejó sin efecto el bloqueo de complejos residenciales en el distrito de Daxing, vigentes después de identificarse 9 casos de COVID-19, indicó el Gobierno distrital en una rueda de prensa el martes.
Todos los residentes de las zonas vinculadas se someterán a pruebas de despistaje. Aunque el aislamiento concluya, los habitantes locales deberán seguir informando su temperatura corporal durante 7 días consecutivos y no participar en reuniones o actividades colectivas, agregó.
La ciudad no relajará sus medidas de prevención durante el periodo festivo. Prohibirá las reuniones y limitará las actividades en comunidades residenciales y aldeas, apuntó el martes Pang Xinghuo, subdirector del centro municipal para la prevención y control de enfermedades.
Beijing aún enfrenta riesgos de casos importados y de transmisión local a medida que se acerca el Año Nuevo Chino, cuando el desplazamiento de personas y mercancías aumenta, según Pang.
Es así que no solo será la fiesta más importante del año, sino también un punto clave en la prevención y control de epidemias, manifestó la autoridad local. No podemos bajar la guardia en la lucha contra la COVID-19, aseveró.
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