(Xinhua) — El reconocido experto en enfermedades respiratorias de China Zhong Nanshan manifestó que la inoculación masiva con vacunas contra COVID-19 de producción propia muestra que las vacunas son seguras y efectivas.
Las dos vacunas que se utilizan actualmente en China, la vacuna contra COVID-19 del Grupo Nacional Biotec de China y la vacuna CoronaVac desarrollada por Sinovac Biotech de China, son vacunas inactivadas que son relativamente seguras, afirmó Zhong en la ceremonia de lanzamiento de un evento celebrado en la provincia de Guangdong, en el sur de China, para promover el uso de la tecnología en la prevención y el control epidémicos.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China (CDC de China), hasta el domingo se habían administrado más de 24 millones de dosis de vacunas COVID-19 en ese país asiático.
«La tasa de reacciones adversas leves de las vacunas, que incluyen fiebre, dolor de los brazos y otros síntomas, es de seis por cada 100.000 personas», explicó Zhong.
La tasa de reacciones adversas graves de las vacunas contra COVID-19 es de una en un millón, lo que equivale a solo un tercio de lo que las vacunas contra la influenza tienen, agregó el experto.
El mismo día, Xu Wenbo, director del Instituto Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades Virales del CDC de China, también aseguró que la incidencia de reacciones graves anormales por las vacunas contra COVID-19 utilizadas en China actualmente, no es mayor que la de las vacunas contra la influenza.
En términos de la eficacia de las vacunas chinas, Zhong aseveró que las mismas pueden proteger a las personas contra la COVID-19 por al menos seis meses.
«Encontramos que los niveles de anticuerpos en el primer lote de personas inoculadas en China permanecieron en el 90 por ciento de sus niveles originales después de casi ocho meses», dijo, agregando que el período de efectividad de las vacunas chinas aún no se ha confirmado con precisión.
La diferencia en las tasas de eficacia de las vacunas que muestran los ensayos clínicos en varios países se debe a los diferentes estándares utilizados en los mismos, indicó.
«Los ensayos clínicos de fase I y fase II de las dos vacunas chinas se llevaron a cabo a nivel nacional, mientras que los ensayos de fase III se realizaron en varios países debido a los pocos casos de COVID-19 en China en ese entonces», explicó.
«Los países aplican diferentes estándares. En algunos países, la mayoría de las personas vacunadas son trabajadores médicos que tienen riesgos de exposición muy altos», añadió el experto.
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