(Xinhua) — Garantizar la salud como bien público precisa contribuciones proporcionales de todos y una reflexión como esta debería conducir a un impulso renovado de la cooperación sanitaria mundial entre Estados Unidos y China, aseguró un experto citado por el diario «South China Morning Post».
Los estragos continuados de la COVID-19 dan a los dos países «una oportunidad que no debe desperdiciarse», resaltó Zha Daojiong, profesor de estudios internacionales en la Universidad de Pekín.
En particular, dijo, terminar con la politización de la Organización Mundial de la Salud se considera útil para promover la cooperación entre EE. UU. y China en medio de la crisis de salud que vivimos.
Es común que los chinos que estudian ciencias médicas vayan a universidades occidentales y que los médicos e investigadores médicos occidentales lleguen a China en busca de tratamientos efectivos, apuntó Zha.
Además, la visión china de una «Ruta de la Seda de la Salud» no debe «descartarse como estrategia geopolítica», afirmó, y añadió que «nadie es capaz de predecir de dónde puede surgir el próximo patógeno mortal; la prevención de enfermedades es tan crucial como el tratamiento».
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