(Xinhua) — Una asociación no gubernamental china se opuso resueltamente a la distorsión y difamación de la situación de los derechos humanos en la región autónoma del Tíbet, incluidas en un proyecto de ley de financiación de Estados Unidos para el año fiscal 2021 promulgado recientemente.
El proyecto de ley hace acusaciones infundadas sobre la situación de los derechos humanos en el Tíbet, aseguró hoy miércoles a través de un comunicado la Asociación China para la Preservación y el Desarrollo de la Cultura Tibetana.
La asociación «nunca aceptará y se opone firmemente a la práctica estadounidense», según el comunicado.
Este año marca el 69º aniversario de la liberación pacífica del Tíbet. La región autónoma ha logrado grandes avances en su causa de los derechos humanos durante los últimos 69 años, puntualizó la entidad.
Después de lograr la liberación pacífica, el Tíbet introdujo una reforma democrática que permitió a un millón de siervos disfrutar de los derechos humanos y estableció el sistema de autonomía étnica regional, añadió.
La región ha logrado un rápido desarrollo económico y social, con un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de doble dígito durante más de 20 años consecutivos. La esperanza de vida promedio de los residentes en el Tíbet ha aumentado a 70,6 años, desde los 35,5 registrados en 1951.
La cultura del Tíbet también ha sido testigo de un enorme desarrollo y prosperidad a lo largo de estos años, indicó la asociación.
La protección y el uso de la lengua tibetana han sido garantizados por las leyes estatales. El Gobierno central ha financiado la renovación y la preservación de las reliquias culturales y sitios históricos del Tíbet, con una inversión de cerca de 700 millones de yuanes (107 millones de dólares) en el mantenimiento del Palacio Potala, Norbulingka, el Templo Jokhang y el Monasterio Sagya, entre otros sitios clave, detalló.
El Tíbet ahora tiene docenas de proyectos de patrimonio cultural inmaterial nacional, incluyendo el calendario de la astronomía tibetana, señala el comunicado.
Los hechos hablan por sí mismos. «Los actos de algunos políticos estadounidenses resultan extremadamente burdos y su complot para contener a China bajo la excusa de determinados temas está condenado al fracaso», concluye el documento.
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