(Xinhua) — Los bosques dorados de populus euphratica, los accidentes geográficos de arenisca roja y la emoción de montar a caballo se cuentan entre las experiencias vividas por Yang Zeliang y sus amigos durante las ocho jornadas de vacaciones por el Día Nacional de China y el Festival del Medio Otoño.
Yang, de 28 años, no había salido este año de la ciudad de Chengdu, donde trabaja como representante médico, debido a la epidemia de COVID-19. Así que a medida que se acercaban las vacaciones, puso su mirada en la provincia de Gansu, al noroeste del país.
«No esperaba que hubiera tanta gente», dijo Yang.
La remota región noroeste de China ha ganado espacio como destino turístico para las vacaciones. Gansu registró alrededor de 15,95 millones de visitas del 1 al 8 de octubre, generando ingresos totales por 9.260 millones de yuanes (1.380 millones de dólares), según datos del departamento local de cultura y turismo.
Las atracciones turísticas de China recibieron un total de 637 millones de visitas durante el período vacacional, conocido como la semana dorada. La cifra equivale al 79 por ciento de las visitas durante igual lapso del año pasado, según el Ministerio de Cultura y Turismo.
Entretanto, los ingresos por turismo alcanzaron los 466.560 millones de yuanes, el 69,9 por ciento de la recaudación de 2019, según el ministerio.
La ciudad turística de Dunhuang en Gansu, conocida por las grutas de Mogao, incluidas en el patrimonio mundial de la UNESCO, recibió 400.000 turistas durante las vacaciones, generando ingresos por 430 millones de yuanes, para un 15 por ciento de crecimiento interanual.
La calle peatonal Beijing Road en la sureña ciudad de Guangzhou lució una nueva cara luego de dos años de remodelación, con cobertura total de 5G, y atrajo más de 4 millones de visitantes durante las vacaciones. El sitio registró un volumen de ventas de más de 600 millones de yuanes, un 160 por ciento de aumento en relación con el año anterior.
El número de turistas en el Monte Tai, ubicado en la provincia oriental de Shandong, y la montaña Tianmen, en la provincia central de Hunan, recobraron más del 80 por ciento de sus respectivos niveles de visitantes durante el año pasado.
La semana dorada de este año es el primer feriado de larga duración tras el levantamiento de la mayoría de las restricciones de viaje nacionales en medio de un control efectivo de la epidemia del COVID-19. Las vacaciones son vistas como un barómetro de la vitalidad del consumo de China y su potencial de crecimiento.
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