(China.org) — Después de casi 7 meses de actividad suspendida en el campus, las universidades de China, con medidas de prevención bien establecidas, están listas para reabrir y acoger a los estudiantes, la última señal de los logros del país en la lucha contra la COVID-19.
Los centros de estudios de Beijing han informado a los alumnos que vengan de otras provincias y regiones el requisito de una prueba negativa del virus como parte de la labor de prevención en la ciudad capital.
China continental no ha registrado nuevos casos durante 7 días consecutivos hasta el domingo, tras los brotes en Beijing, Dalian y la región autónoma Uygur de Xinjiang, en el noroeste del país, en junio.
«Todo estudiante de fuera de Beijing tiene que hacerse la prueba de ácido nucleico», indicó Song Laixin, subsecretario del partido en la Universidad de Tecnología Química de Beijing, al Diario de Beijing el domingo, y agregó que el requerimiento toma en cuenta la seguridad de la escuela y en general la labor de prevención.
Los padres de los jóvenes no podrán ingresar al campus, acotó Song.
Si los estudiantes no pueden ser evaluados en su ciudad natal, pueden regresar a Beijing con un código de salud y permanecer en observación en la universidad. Después de recibir el resultado negativo, podrán reanudar su vida normal en ella.
El entrenamiento militar, en el que participan los estudiantes de primer año antes de comenzar oficialmente la universidad en China, puede continuar normalmente este año siempre que se satisfagan las exigencias de prevención, apuntó el domingo Li Yi, alto funcionario del sector educativo en la capital.
A partir del 15 de agosto, los casi 1 millón de universitarios de Beijing iniciarán su regreso. La Comisión de Educación Municipal sostuvo en una rueda de prensa el 14 de agosto que quienes regresen deberán presentar una prueba negativa del virus, solventada por la escuela.
La mayoría de universidades estarán cerradas, no se permitirá la entrada de personas no autorizadas, y los alumnos tendrán prohibido salir tanto como sea posible, informó el Servicio de Noticias de China.
Li Yujia, de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales, recibió un aviso el domingo en lo referente a la prueba de detección. Li, quien ha estado en su ciudad natal de Shanghai desde enero, dijo que se la haría 4 o 5 antes de regresar a Beijing el 5 de septiembre.
Li, estudiante del último año, le preocupa un tanto su pasantía, dada la gestión restringida del campus. «Escuché que tenemos que informar a los responsables si queremos hacer una práctica fuera de la escuela… Tal vez debería buscar una luego que se levanten estas condiciones», dijo.
«Pero mis compañeros y yo entendemos la necesidad de hacernos la prueba», manifestó.
Un miembro de la facultad de una universidad de Beijing declaró el domingo que la casa de estudios pidió a su personal evitar salir de la ciudad.
Las universidades de otras partes del país adoptan medidas de prevención similares.
Wu Han, universitario en Wuhan, provincia de Hubei, en el centro de China, otrora la más afectada por el brote de coronavirus, dijo que su escuela ha implementado las mismas medidas que Beijing, tales como exigir al alumnado hacerse la prueba y restringir el ingreso al campus.
«Me siento bastante seguro en la universidad», dijo.
Si bien los estudiantes chinos están listos para volver, el plan de reapertura de gran parte de las universidades en Estados Unidos aún está pendiente y muchos aún tienen que recurrir a cursos en línea. El sábado se confirmaron 44 600 nuevos casos en el país.
«Todos los días en mi escuela hay casos confirmados», dijo un alumno de posgrado en Georgia. «No sé cuándo volveremos a la normalidad».
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