(Xinhua) — El consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, habló de la necesidad de establecer un marco claro para las relaciones entre China y Estados Unidos en medio de la más compleja situación desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales en 1979.
La política de China hacia Estados Unidos siempre es coherente y estable, y China también está preparada para posibles obstáculos y tormentas por delante, dijo Wang durante una entrevista exclusiva con Xinhua.
«La acción de Estados Unidos de convertir a China en un adversario es un error de cálculo fundamental y estratégico. Significa que Estados Unidos está canalizando sus recursos estratégicos hacia el área equivocada», mencionó.
«Siempre estamos listos para desarrollar una relación entre China y Estados Unidos caracterizada por el no conflicto, la no confrontación, el respeto mutuo y la cooperación de ganar-ganar basada en la coordinación, la cooperación y la estabilidad», añadió.
Al mismo tiempo, China defenderá firmemente su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo, debido a que éste es un derecho legítimo inherente en China como Estado soberano independiente, subrayó Wang.
Estados Unidos debe cumplir el principio de igualdad soberana consagrado en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aprender a mantener buenas relaciones con diferentes sistemas y civilizaciones y adaptarse a la coexistencia pacífica, y aceptar la realidad de que el mundo avanza hacia la multipolaridad, dijo Wang.
Wang explicó el marco claro de la relación.
Primero, permanecer lejos de las líneas rojas y evitar la confrontación. Para que las relaciones entre China y Estados Unidos se desarrollen sanamente, lo más crucial es el respeto mutuo, precisó Wang.
China nunca pretende y nunca interferirá en las elecciones estadounidenses ni en otros asuntos internos de Estados Unidos. De la misma forma, Estados Unidos debe abandonar su fantasía de remodelar a China en función de las necesidades estadounidenses. Debe dejar de inmiscuirse en los asuntos internos de China y poner fin a su acoso irracional contra los derechos e intereses legítimos de China, agregó.
En segundo lugar, mantener abiertos los canales para un diálogo franco. El diálogo es la condición para solucionar los problemas y, sin diálogo, los problemas sólo aumentarán e incluso se saldrán de control, señaló.
«La puerta de China al diálogo se mantiene abierta. Estamos dispuestos, en pie de igualdad y con una actitud abierta, a hablar e interactuar con Estados Unidos y a reanudar los mecanismos de diálogo en todos los niveles y en todas las áreas», dijo Wang.
En tercer lugar, rechazar la desvinculación y defender la cooperación. Los intereses de los dos países están profundamente entrelazados. La desvinculación forzada infligirá un impacto duradero y pondrá en peligro la seguridad de las cadenas industriales internacionales y los intereses de todos los países, añadió Wang.
Como la COVID-19 sigue incontenible en todo el mundo, China está preparada para sostener una cooperación de beneficio mutuo con Estados Unidos sobre el control epidémico y la recuperación económica, aprender mutuamente y compartir experiencias sobre la contención de la COVID-19, y unirse con Estados Unidos para la respuesta global y la cooperación multilateral en la lucha contra la COVID-19, señaló.
En cuarto lugar, abandonar la mentalidad de suma cero y asumir las responsabilidades compartidas. «Nuestro mundo todavía enfrenta muchos desafíos globales. Los desafíos a la seguridad tradicionales y no tradicionales están entrelazados. Casi todos los temas candentes regionales e internacionales requieren de una respuesta coordinada de China, Estados Unidos y otros países», agregó.
China y Estados Unidos siempre deben tener en mente el bienestar de la humanidad, asumir sus responsabilidades como dos grandes países, coordinarse y cooperar como es necesario en la ONU y otras instituciones multilaterales y trabajar juntos por la paz y la estabilidad mundiales, señaló Wang.
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