(Xinhua) — Muchos observadores extranjeros coincidieron en que el libro blanco «Luchando contra COVID-19: China en Acción», publicado hoy domingo por la Oficina de Información del Consejo de Estado, ofrece gran inspiración para la comunidad internacional en el combate mundial contra la epidemia.
El libro blanco, un auténtico registro del arduo combate de China a la enfermedad, no sólo ha mostrado que el país defiende una política centrada en el pueblo, un principio de la vida primero y una mentalidad cooperativa a través de su combate a la epidemia en casa, sino que también ha demostrado que China es un gran país responsable en la promoción de la cooperación mundial contra la epidemia, dijeron.
Cavince Adhere, experto en relaciones internacionales con énfasis en las relaciones China-Africa, dijo que el libro blanco «llega en un momento en el que gran parte del mundo todavía batalla con la forma de poner bajo control la enfermedad contagiosa».
«Es un documento bien recibido y una importante contribución a los esfuerzos de la comunidad científica internacional para proteger al mundo de los vaivenes de la enfermedad», dijo Adhere.
Al documentar las interacciones mundiales amplias y profundas y el intercambio de información en control de la epidemia, añadió Adhere, China «ha demostrado acertadamente la veracidad de la colaboración internacional como la forma más sostenible y más efectiva de contener la propagación del virus alrededor del mundo».
«China, después de su éxito en el control de la propagación de la COVID-19, se ha inclinado a ayudar a los países asolados por la enfermedad, y está trabajando seriamente para desarrollar una vacuna para el tratamiento», dijo Ahmad al-Marikhy, vicepresidente de la oficial Revista de Televisión y Radio de Egipto.
La ayuda de China, como ofrecer asesoría científica y médica para manejar la enfermedad, así como la provisión de suministros médicos para muchos países, tiene «una importante dimensión humanitaria, la cual no es extraña de la civilización de China», dijo Al-Marikhy.
Serik Korzhumbayev, editor en jefe del diario Delovoy Kazakhstan, dijo que bajo el liderazgo del Partido Comunista de China, el país ha logrado poner bajo control la epidemia muy pronto y ha salvado muchísimas vidas, lo que es «un logro destacable».
«Al perseguir una política centrada en el pueblo, el gobierno chino ha demostrado su capacidad para reunir, movilizar y organizar todas las clases sociales, así como para impulsar la implementación de políticas en el combate a la COVID-19», dijo.
Su respuesta a la epidemia también refleja el espíritu intrépido del pueblo chino y su valor en medio de las dificultades, añadió Korzhumbayev.
Alfredo Bruno, jefe del Centro de Referencia Nacional de Influenza y otros Virus Respiratorios del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública de Ecuador (Inspi), dijo que el libro blanco tiene valor científico mundial.
Al compartir información científica y su experiencia de combate a la epidemia con otros países, China está ayudando al mundo a enfrentar mejor la enfermedad, dijo.
Además de señalar que el país asiático desempeña un papel irremplazable en la promoción de la cooperación mundial contra la epidemia, Bruno exhortó a los demás países a responder activamente al llamado de China para la solidaridad internacional, la única forma de ganar el combate a la enfermedad.
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