(Xinhua) — China se esforzará por estabilizar las ventas de automóviles nuevos, relajar las restricciones a la compra en ciertas ciudades y vigorizar el mercado de coches de segunda mano, en un intento por liberar el potencial de consumo del sector.
Como pilar de la economía nacional, la industria automotriz desempeña un papel crucial en impulsar el consumo interno y facilitar las mejoras del mismo, dijo Wang Bin, subdirector del Departamento de Operación del Mercado y Promoción del Consumo del Ministerio de Comercio, en una conferencia de prensa en línea.
Las ventas de carros representaron el 9,6 por ciento del total de las ventas minoristas del país en 2019, mientras que los ingresos fiscales y el empleo en la industria automotriz y las industrias relacionadas ocuparon una décima parte del total nacional, precisó Wang.
Debido a múltiples factores, las ventas de vehículos en China han venido cayendo por dos años consecutivos. Afectadas por la epidemia de COVID-19, las ventas disminuyeron un 42 por ciento interanual durante los primeros dos meses del año.
Para vigorizar el mercado, el Gobierno anunció recientemente una serie de medidas para impulsar la demanda.
En una reunión ejecutiva del Consejo de Estado celebrada el martes, se decidió extender los subsidios y las exenciones de impuestos para la compra de vehículos de nueva energía por otros dos años, que originalmente expirarían al final de este año.
Además, se decidió en la reunión que el impuesto al valor agregado sobre la venta de vehículos de segunda mano por parte de concesionarios del sector se reducirá a 0,5 por ciento del volumen de ventas desde el 1 de mayo y hasta el cierre de 2023.
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