(Sputnik) — China, que fue la primera en encajar el golpe del nuevo coronavirus y controlar su propagación, seguirá luchando sin cuartel contra la epidemia que hoy afecta al mundo entero, declaró a el embajador chino en Moscú, Zhang Hanhui.
«Teníamos miedo, pero no estábamos intimidados; enfrentamos dificultades, pero sin quedarnos de brazos cruzados ante el destino. Estamos decididos a vencer la epidemia y seguiremos combatiéndola sin tregua, sin claudicar, como al principio», aseguró el diplomático.
A juicio de Zhang, el brote del COVID-19 ha sido una prueba para la gestión de la salud pública en China y es una oportunidad de profundizar la reforma en este sector.
«Para superar una epidemia de tamaña envergadura, no existe un sistema de respuesta absolutamente perfecto. Debemos identificar, evaluar objetivamente y eliminar todas las imperfecciones y las deficiencias», apuntó.
Al mismo tiempo, el embajador se mostró convencido de que China demostró a todo el mundo las ventajas de su sistema, «una alta capacidad de organización y movilización, las posibilidades que ofrece el uso de modernas tecnologías de la información, la capacidad de garantizar una logística estable y la fuerte cohesión nacional».
Aunque el COVID-19 ha tenido repercusiones inevitables en la economía de China, las bases que permiten mejorarla a largo plazo no han cambiado, según el embajador.
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