(Xinhua) — La Cumbre Extraordinaria de Líderes del G20 sobre la neumonía COVID-19, celebrada mediante enlace de video, envió un mensaje de cooperación y solidaridad e inyectó confianza a la batalla contra el nuevo coronavirus, en medio de los esfuerzos por contener la pandemia.
Los tentáculos de la enfermedad alcanzan ya a unos 200 países y regiones, al tiempo que han resultado infectadas más de medio millón de personas en todo el mundo, planteando una enorme amenaza para su vida y salud.
Este escenario resulta un desafío para la seguridad de la salud pública mundial y amenaza con arrastrar a la economía mundial hacia una recesión.
Ante este enemigo formidable, lo que el mundo necesita desesperadamente es solidaridad y confianza.
Tras el fin de la cumbre, el G20 anunció que inyectará más de 5 billones de dólares en la economía global, como parte de políticas fiscales específicas, medidas económicas y esquemas de garantía para mitigar los impactos de la epidemia.
Los miembros del G20, que representan aproximadamente dos tercios de la población humana y alrededor del 86 por ciento del producto interno bruto global, también acordaron ayudar a los países en vías de desarrollo y los menos desarrollados, con sistemas de salud débiles, a hacer frente al desafío.
A partir del compromiso alcanzado por el grupo para «presentar un frente unido contra esta amenaza común», se espera que sigan medidas más sustanciales.
China, como uno de los principales países responsables y con una amplia experiencia en el enfrentamiento de este virus, también ha asumido sus compromisos en la lucha mundial contra la pandemia y está dispuesta a contribuir aún más a la causa en el marco del G20.
En la cumbre, el presidente chino, Xi Jinping, presentó varias propuestas para combatir el nuevo coronavirus, incluyendo una respuesta colectiva para el control y el tratamiento de la enfermedad a nivel internacional, apoyar a las organizaciones internacionales en el desempeño de sus roles activos, convocar una reunión de ministros de Salud del G20 tan pronto como sea posible y poner en marcha una iniciativa de asistencia del G20 contra la neumonía COVID-19.
Las propuestas de Xi han mejorado el arsenal para lidiar con este desafío y han señalado la dirección para que la comunidad global haga frente a la pandemia.
Desde el estallido del brote de COVID-19, China ha implementado medidas rigurosas de prevención y control, construyendo una fuerte primera línea de defensa contra la enfermedad, lo cual ha permitido ganar tiempo precioso para que el mundo se prepare para afrontar el virus.
Luego de arduos esfuerzos, la situación epidémica en el país asiático se está moviendo de forma constante en una dirección positiva, al tiempo que la vida y el trabajo están volviendo rápidamente a la normalidad.
Los logros de China en la contención del nuevo coronavirus envían una señal alentadora al mundo de que la enfermedad puede ser derrotada.
A medida que la epidemia cede en su territorio, el país asiático ha ofrecido asistencia a 89 países y cuatro organizaciones internacionales.
Las declaraciones de Xi en la cumbre reiteraron el compromiso de China de ayudar en los esfuerzos globales para combatir el virus.
Como una plataforma importante para la gestión de crisis globales y la gobernanza económica, el G20 asume las responsabilidades clave para abogar por la cooperación internacional e impulsar la moral para la recuperación económica.
La cumbre es un primer paso de la respuesta del grupo ante la crisis. Los miembros, sobre la base del consenso alcanzado el jueves, deberían trabajar juntos para cumplir sus promesas.
Gracias al paso al frente que ha dado el G20 y las experiencias y los recursos compartidos por China para combatir el virus, el mundo prevalecerá sobre la pandemia con solidaridad y asistencia mutua.
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