(China.org.cn) — China estableció un objetivo de crecimiento económico de alrededor del 5 por ciento para 2024.
Al establecer el objetivo, se ha tenido en cuenta la necesidad de impulsar el empleo y los ingresos y prevenir y desactivar los riesgos. Asimismo, la tasa de crecimiento está bien alineada con los objetivos del XIV Plan Quinquenal, según el informe sobre la labor del Gobierno, cuya aprobación está pendiente por parte del órgano legislativo nacional.
El objetivo también tiene en cuenta el potencial de crecimiento y las condiciones que lo sustentan, según el informe.
En las últimas décadas, la economía china ha superado adversidades como la pandemia de COVID-19, desastres naturales y la crisis financiera mundial. El país ha logrado mantener un crecimiento constante y ha inyectado vigor a la economía mundial.
Desde 2014, la economía china ha alcanzado un hito tras otro, con el PIB del país superando las marcas de 60 billones, 80 billones y 100 billones de yuanes en 2014, 2017 y 2020. Recientemente, superó las marcas de 110 y 120 billones de yuanes a pesar de los efectos de la pandemia de COVID-19.
En 2023, la economía china creció un 5,2 por ciento, con el correspondiente crecimiento económico en volumen superior a 6 billones de yuanes (unos 845.330 millones de dólares) a precios comparables.
Lograr esas cifras hubiese requerido una tasa de crecimiento anual del PIB del 10 por ciento hace una década.
Para este año, por tanto, los analistas creen que una tasa de crecimiento económico en torno al 5 por ciento es un objetivo que puede alcanzarse trabajando duro, y la meta muestra el talante emprendedor y vigoroso del Gobierno chino.
Fijar un objetivo de este tipo ayuda a aumentar la confianza, orientar las expectativas de la opinión pública y fomentar el consenso sobre el desarrollo, afirmó Zhou Li’an, profesor de la Universidad de Pekín.
El optimismo se manifiesta entre las empresas de capital extranjero, que dan su voto de confianza al mercado chino aumentando sus inversiones u operaciones en el país.
Por ejemplo, el número de establecimientos de la cadena de comida rápida KFC ha crecido hasta superar los 10.000 en toda China. En enero, Airbus abrió un centro de servicios dedicado a todo el ciclo de vida de un avión en la ciudad de Chengdu, el primero de este tipo fuera de Europa para la empresa.
Una encuesta de la Cámara de Comercio Europea en China reveló que alrededor del 59 por ciento de las compañías participantes ven en China uno de sus tres principales destinos de inversión.
«La economía china tiene suficiente fuerza motriz interna y un gran potencial de crecimiento sostenido», afirmó Tian Xuan, vicedecano de la Escuela de Finanzas PBC de la Universidad de Tsinghua.
No cabe duda de que el país se enfrenta a retos como las perturbaciones e incertidumbres en el plano externo, la falta de demanda efectiva, unas expectativas públicas relativamente débiles y el exceso de capacidad en determinados sectores. Sin embargo, en términos generales, los vientos a favor soplan más fuerte que aquellos en contra.
Como gran potencia manufacturera, China cuenta con todas las categorías industriales enumeradas en la clasificación industrial de la ONU y su valor añadido manufacturero representa el 30 por ciento del total mundial. Es el segundo mercado de consumo del mundo y el mayor mercado minorista en línea. La abundancia de factores de alta calidad también sirve de amortiguador contra las perturbaciones.
Una serie de medidas de reforma han proporcionado impulso y vitalidad al crecimiento. El país ha dado prioridad en su agenda al desarrollo de nuevas fuerzas productivas de calidad.
«La economía china goza de capacidad, ventajas y oportunidades para mantener el crecimiento, y la tendencia positiva a largo plazo permanece inalterada», declaró Wang Changlin, vicepresidente de la Academia China de Ciencias Sociales.
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