(Xinhua) — China instó este lunes a Estados Unidos y a Japón a no politizar, militarizar y sobredimensionar el concepto de seguridad nacional en cuestiones económicas, comerciales y de ciencia y tecnología, a no atacar a terceros ni socavar sus intereses, y menos aún incitar a la división y la confrontación en nombre de la cooperación y el diálogo.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Zhao Lijian hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa habitual.
De acuerdo con reportes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, tuvieron el 29 de julio una reunión ministerial inaugural del Comité Consultivo de Política Económica (EPCC, siglas en inglés, o Económico «2+2») entre Estados Unidos y Japón con el ministro de Relaciones Exteriores japonés, Yoshimasa Hayashi, y el ministro de Economía, Comercio e Industria, Koichi Hagiuda. Blinken dijo que las dos partes hablaron sobre China y de sus «políticas económicas coercitivas» contrarias a un sistema monetario internacional abierto, inclusivo y basado en normas.
En respuesta, Zhao dijo que China siempre defiende el principio de apertura, inclusión y resultados de ganar-ganar y que está comprometida a la construcción de una economía mundial abierta y a la compartición de las oportunidades de desarrollo con todos los países.
«China nunca mete las manos en la casa de otros países ni se inmiscuye en sus asuntos internos. China nunca busca una guerra comercial y nunca coacciona ni reprime a empresas extranjeras», señaló.
«En contraste, hay infinidad de ejemplos de coerción económica de Estados Unidos. Sanciones económicas, bloqueo tecnológico, supresión de empresas extranjeras, entre otras, todo esto ha sido hecho por Estados Unidos. El objetivo es mantener la hegemonía económica estadounidense. Esto no sólo contraviene las leyes subyacentes del mercado, sino que también viola las normas comerciales internacionales», añadió.
Más irónicamente, el portavoz dijo que el propio Japón es víctima de la coerción económica estadounidense. Desde la década de 1980, Estados Unidos ha impuesto múltiples rondas de sanciones económicas a Japón, ha utilizado todo tipo de herramientas para reprimir a las industrias competitivas japonesas e incluso ha intentado realizar una operación quirúrgica en la estructura económica de Japón, todos ellos ejemplos de libro de texto de coerción económica.
«¿Por qué Japón se muestra selectivamente amnésico y sigue los pasos de Estados Unidos al respecto?», preguntó.
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