(China.org.cn) — La Asociación del Algodón de China (AAC) junto con otras organizaciones del sector lanzó oficialmente el jueves el “Programa de Desarrollo Sostenible del Algodón de China”, con el objetivo de establecer un sistema independiente de certificación y estándares sostenibles, a fin de contrarrestar el dominio occidental que resulta ser una seria amenaza para el ramo en el país.
La medida marca un hito en la revisión del sistema global de elaboración de normas sobre el algodón, que actualmente está monopolizado por Better Cotton Initiative (BCI), un organismo occidental que aparentemente ha sido manipulado por algunas fuerzas anti-China para difamar las políticas en la región autónoma Uygur de Xinjiang, en el noroeste del país.
BCI suspendió las licencias de algodón de empresas de Xinjiang hace varios meses, lo que provocó una fuerte caída en las exportaciones de la región después de los boicots de varias marcas mundiales de moda.
Los expertos del rubro dijeron que el establecimiento del nuevo programa hará que China, el mercado consumidor de algodón más grande del mundo, tenga una voz relevante en materia de fijación de precios y estándares internacionales y, lo que es mejor, servirá de herramienta para defenderse razonablemente y proteger sus intereses legítimos contra las represiones políticas occidentales.
El esquema está diseñado para promover el desarrollo sostenible y de alta calidad de la industria, basado en el concepto central de «amigable con el medio ambiente, excelente calidad, respeto al trabajo y rastreo total». Además, facilitará el consumo de algodón de cosecha propia y ampliará la cuota de mercado mundial para la oferta china.
Su preparación comenzó poco antes de su lanzamiento el jueves durante la Conferencia Internacional del Algodón de China 2021 en Suzhou, provincia oriental de Jiangsu.
Hasta ahora, se ha concluido con las normas para la gestión de la producción y se han firmado contratos con 6 productores locales. De cara al futuro, seguirá cooperando con la cadena de suministro textil y las marcas para construir una cadena sostenible desde su producción, fabricación de textiles y prendas, hasta las ventas de marcas.
Gao Fang, presidente de la AAC, dijo en la ceremonia de apertura que, en el marco de la iniciativa, la organización también iniciará con la labor de evaluación de los fabricantes de algodón e impulsará el reconocimiento mutuo entre estándares chinos e internacionales. Además, establecerá un sistema de rastreo para supervisar toda la cadena de suministro.
«Ya habíamos comenzado el trabajo, pero la BCI [la suspensión de la licencia en abril] aumentó la urgencia y aceleró el proceso. Todos los organismos de la industria se han unido para ayudar a promover el algodón chino y reducir las limitaciones de [otras naciones], apuntó Wang Jiandong, vicepresidente y secretario general de la AAC, al margen del evento el jueves.
«¿Por qué la licencia de la BCI tiene una influencia tan global? ¿Y por qué China, como el país de mayor consumo de algodón del mundo y el segundo productor en el planeta, tiene un poder tan reducido en las prácticas comerciales a nivel internacional? Deberíamos revertir esta situación», agregó Wang.
Los expertos del sector sostuvieron que el objetivo final del programa es desafiar las reglas de la BCI, reducir la dependencia de los estándares occidentales e incentivar el algodón sostenible desarrollado por China en el mundo, al tiempo que aumenta el conocimiento de la marca global de textiles y prendas fabricados en China.
El BCI es el programa de sostenibilidad del algodón más grande del mundo. A fines de 2019, tenía más de 1840 miembros que abarcaban toda la cadena de provisión mundial.
En 2019, minoristas y miembros de marca de BCI obtuvieron más de 1,5 millones de toneladas métricas de Better Cotton, incluidas marcas como H&M, Adidas y Nike. Cuando la BCI dejó de emitir licencias para el algodón de Xinjiang debido a la denuncia ampliamente desacreditada de «trabajo forzoso», estas multinacionales siguieron su ejemplo.
Un conocedor del rubro, en condición de anonimato, dijo el jueves que la prohibición equivalía a excluir el 80 % del algodón chino y el 20 % del mundial de parte de la cadena de suministro.
Xinjiang es la base de producción de algodón más grande de China, con un rendimiento anual de alrededor de 5 millones de toneladas.
«El BCI también podría manipular el precio del algodón a través del inventario, el tiempo de entrega de la compra y el apalancamiento financiero, que son prácticas comunes en el comercio de productos básicos a granel. Tales fluctuaciones de precios también afectarían las rentas de las firmas nacionales en toda la cadena de suministro», dijo la fuente.
No obstante, viendo el lado positivo, Wang señaló que, si bien Estados Unidos ha dominado por mucho tiempo el establecimiento de los precios mundiales del algodón, China también está ganando gradualmente influencia mundial a medida que mejora el mercado en el país.
En el encuentro, los participantes hicieron caso omiso de las calumnias de algunos países occidentales contra el algodón de Xinjiang por acusaciones de derechos humanos sin fundamento, criticando a las ONG y a las economías occidentales por utilizar la agenda política para interrumpir la cadena de suministro global en el ramo y dañar los intereses de los productores de Xinjiang y consumidores globales.
«Nos oponemos firmemente a la politización de los problemas económicos. El mundo debe unirse para mantener un mecanismo de comercio multilateral libre, abierto y no discriminatorio», dijo Wang Wei, funcionario de la Federación de Cooperativas de Suministro y Comercialización de China, en la inauguración de la conferencia el jueves.
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