【RT】El BRICS no pretende dividir el mundo, sino que busca crear un orden mundial que se basará en el principio fundamental de la Carta de las Naciones Unidas: la igualdad soberana de los Estados, afirmó el canciller ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista concedida al proyecto Nuevo Mundo, publicada este jueves.
Además, subrayó que «el BRICS es una asociación natural, en la que las plataformas de integración regional ven a un aliado y ven una manera de armonizar sus planes a nivel global».
Lavrov recordó que el grupo «se creó de forma natural, cuando las economías de más rápido crecimiento consideraron oportuno hablar entre ellas y ver si podían aprovechar sus logros económicos para operar de manera más efectiva a escala global, utilizando sus contactos y su influencia».
Doble rasero de valores occidentales
Al mismo tiempo, indicó que el enfoque del BRICS se diferencia de los sistemas occidentales que, si les conviene, no respetan los valores que ellos mismos habían inculcado al mundo.
«El BRICS, a diferencia del G7, a diferencia de otras instituciones controladas por Occidente […] simplemente llegó a la conclusión de que todo lo que actualmente aún está controlado por EE.UU., lo que ellos crearon hace muchos años y, por así decirlo, vendieron a todos como el ‘bien global’ —me refiero a su concepto de globalización, inviolabilidad de la propiedad, competencia leal, presunción de inocencia, etc.—, todo esto de la noche a la mañana se derrumbó cuando quisieron castigar a Rusia«.
En este sentido, Lavrov resaltó que «la verdadera razón» por la que Washington «literalmente se enfureció» con China, es porque Pekín «supera a EE.UU. con mucha rapidez y confianza, y lo hace basándose en las mismas normas sobre las que los propios estadounidenses fundaron instituciones como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio».
El canciller reiteró también que China está dejando atrás a EE.UU. a pesar de que dichos mecanismos están controlados por Occidente y «los estadounidenses abusan de ellos de todas las formas posibles».
Falta de fiabilidad de mecanismos occidentales
Lavrov indicó que los procesos de integración, por ejemplo dentro de la Unión Africana y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, se han vuelto más activos, «en primer lugar, porque se dan cuenta cada vez más de la falta de fiabilidad de estos mecanismos para el funcionamiento de la economía mundial y, en general, de las relaciones mundiales».
«Y ahora Occidente con mucha dureza está abusando» de estos mecanismos y «nadie quiere ser el siguiente» en no agradarle a «alguien en Washington», quien «se levantó con el pie izquierdo» y «empezó a hablar en el lenguaje de dictadura».
En este contexto, el canciller ruso destacó que «el BRICS no pretende dividir el mundo de ninguna manera». «Es una asociación de países que simplemente quieren vivir en las tierras que les dieron Dios y sus predecesores; quieren vivir como es costumbre en sus civilizaciones, grandes civilizaciones, como China, India, Irán, Rusia y muchos otros países; y quieren que nadie les dicte cómo comerciar o les prohíba dedicarse al procesamiento de recursos naturales, como pasa en África», dijo Lavrov.
En este último caso, el ministro ruso especificó que durante la conferencia Rusia-África, que tuvo lugar este 10 de noviembre en Sochi, «la abrumadora mayoría» de los representantes del continente africano «dijo que ya no podían soportar la situación cuando todo lo que la naturaleza les dio —las reservas más ricas, incluidos metales de tierras raras, uranio y mucho más— simplemente lo extraen con la ayuda de empresas occidentales», que lo llevan todo a sus plantas de procesamiento y «todo el valor agregado y todas las ganancias se quedan allí».