(China.org.cn) — Los gobiernos locales chinos se han movilizado últimamente para repartir vales de consumo con el fin de estimular la demanda interna, al tiempo que las tiendas reabren en medio de la optimización de las respuestas al COVID-19. Los economistas esperan que el consumo minorista repunte significativamente después del primer trimestre de 2023.
Sugieren que se emitan más vales de consumo y que se tomen otras medidas para aumentar los ingresos de las personas.
Para aumentar la confianza de los consumidores y liberar el potencial de consumo, Shijiazhuang, capital de la septentrionalprovincia china de Hebei, lanzó un festival de compras durante el cual el gobierno de la ciudad emitió vales de consumo por valor de 101 millones de yuanes (14,5 millones de dólares) para promociones, informó el miércoles la cadena estatal CCTV. Según el informe, la gente podía utilizar los vales para comprar coches, electrodomésticos, joyas y otros artículos en las 3.000 tiendas locales de la ciudad.
Otras provincias y municipios también han intensificado la emisión de cupones para estimular el consumo, especialmente tras la Conferencia Central de Trabajo Económico.
Por ejemplo, el distrito de Nanshan, en Shenzhen, está repartiendo cupones de consumo por valor de 200 millones de yuanes, desde el 18 de diciembre y hasta el final del Año Nuevo Lunar chino, que abarcan sectores como la restauración, la automoción y los electrodomésticos, según el medio local sznews.com.
Desde el brote de COVID-19, todas las localidades de China han emitido vales de consumo por valor de más de 16.000 millones de yuanes, centrados principalmente en los sectores afectados por la pandemia, como la restauración y el alojamiento, el turismo, el entretenimiento y el deporte, así como en la mejora del consumo, como los vehículos de nueva energía (VNE) y los electrodomésticos, según informan los medios de comunicación.
La intensificación de los esfuerzos se produjo en un momento en que las localidades chinas se esforzaban por lograr una rápida recuperación del sector del consumo en medio de la optimización de los controles de la COVID-19 y corrían hacia la consecución de sus objetivos para el cuarto trimestre.
El consumo se ha convertido en uno de los principales motores de la economía china,y ha contribuidoa más del 60% del PIB en 2021. Afectadas por la pandemia y otros factores, las ventas minoristas registraron en noviembre un descenso interanual del 5,9%, hasta los 3,86 billones de yuanes, según datos de la Oficina Nacional de Estadística.
«Es posible que las autoridades pongan en marcha más medidas para impulsar el consumo en 2023, incluidos cupones, para liberar la demanda interna que ha estado contenida durante tres años», declaró el miércoles al rotativo Global Times Yang Delong, economista jefe de First Seafront Fund Management Co, con sede en Shenzhen.
Segúnél, China experimentará una recuperación estable del consumo en dos etapas, y el gasto reprimido se liberará en la primera mitad del año. En el segundo semestre, con el aumento de los ingresos, habrá más gente dispuesta a gastar voluntariamente.
La Conferencia Central de Trabajo Económico, celebrada la semana pasada, se centró en impulsar la demanda interna en 2023 dando prioridad a la recuperación y expansión del consumo, y aumentando los ingresos urbanos y rurales a través de múltiples canales.
En este sentido, el Gobierno Central podría ampliar la política de estímulo el año que viene e intensificar el apoyo a la mejora del empleo —especialmente el empleo para jóvenes y titulados universitarios—, así como el aumento de los ingresos de los residentes, según los economistas de UBS dirigidos porWang Tao.
«Se espera que el consumo residencial en China repunte significativamente, ya que el pico de la última ronda del brote de COVID-19 terminará en el primer trimestre de 2023», escribieron en una nota enviada al rotativo Global Times.
Los economistas de UBS prevén que las autoridades sigan adoptando una política fiscal proactiva, y afirman que la ratio de deuda nacional podría aumentar ligeramente hasta situarse en torno al 3% del PIB el año próximo.
Mientras China se esfuerza por acelerar la recuperación económica y lograr un crecimiento de alta calidad en medio de los crecientes desafíos internos y externos, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), el principal planificador económico, publicó recientemente un plan de acción para impulsar la demanda interna durante el período del XIV Plan Quinquenal (2021-25).
La CNDR se comprometió a adherirse firmemente a la estrategia, a acelerar el cultivo de un sólido sistema de demanda interna y a crear nueva demanda mediante una oferta de alta calidad e impulsada por la innovación, a fin de alcanzar un equilibrio dinámico de alto nivel entre la oferta y la demanda. Se prevépromover y acelerar la mejora del consumo, al tiempo que se impulsa el consumo en áreas como los servicios y los productos con bajas emisiones de carbono.
«De hecho, los vales de consumo han desempeñado un papel importante a la hora de impulsar el consumo interno en los últimos tres años. El año que viene habrá que seguir trabajando para aumentar los ingresos de los residentes y estimular así la disposición de los consumidores a gastar», declaró el miércoles al rotativo Global Times Li Changan, profesor de la Academia de Estudios de Economía Abierta de China.
Señaló que la estructura de distribución de la renta necesita un mayor ajuste para mejorar los ingresos de los grupos de renta baja, y que las políticas favorables existentes sobre el impuesto de la renta de las personas físicas también deberían ampliarse en 2023.
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