(CGTN) — Las autoridades sanitarias chinas esperan que el último brote de la COVID-19 ocurrido en el país acabe pronto. Los nuevos contagios han estado descendiendo, después de que se registraran más de 100 casos por día, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia hace dos años.
China espera que el último brote de la COVID-19 acabe en un solo periodo de incubación. Las autoridades informaron el 20 de noviembre de que, aparte de la provincia de Liaoning, no se han registrado nuevos casos en las otras ocho provincias afectadas en más de dos semanas. Ha pasado más de un mes desde que comenzaron los nuevos contagios.
«Estamos viendo una tendencia positiva en todo el país. Con la excepción de la ciudad de Dalian, en Liaoning, solo se han registrado unos pocos casos en otras provincias. La epidemia ha entrado en la fase de eliminación. La situación en Dalian es generalmente estable, y el número de casos ha comenzado a descender», dijo Wang Liangyou, subdirector Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Hasta el 19 de noviembre, China habia administrado más de 2 mil 400 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19. Más de mil millones de personas ya han recibido dos dosis. Las autoridades señalan que la cobertura de las vacunas del país y el despliegue de recursos específicos han ayudado mucho al control de la epidemia.
«En términos de tratamiento, seleccionamos inmediatamente a expertos médicos para las áreas afectadas, y enviamos a los pacientes a los hospitales designados, que cuentan con tratamientos integrales. En Ejin Banner, usamos trenes especiales para transferir a 164 pacientes a hospitales designados en Hohhot. 161 se han recuperado y han recibido el alta», dijo Guo Yanhong.
China señala que sus medidas contra la COVID-19 se ajustarán basándose en la situación pandémica fuera del país, las mutaciones del virus y su propia tasa de vacunación.
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