(Xinhua) — Expertos brasileños y chinos analizaron en un seminario en línea la cooperación tecnológica que sus respectivos países pueden construir de cara a la llamada economía verde, en la cual Beijing cuenta con una posición de liderazgo internacional.
El coordinador del Núcleo Brasil-China de la universidad Fundación Getulio Vargas, Evandro Carvalho, destacó que los pilares chinos están basados en su reconversión energética interna «con lo cual obtiene una legitimación en el plano internacional» sobre la credibilidad de sus políticas de desarrollo sostenible.
En el seminario, organizado este miércoles por el Instituto Confucio de la Universidad Estatal de Sao Paulo (UNESP), Carvalho recordó que «cuando se trata de China hay que tomarse muy en serio la planificación y la ejecución. Es lo que nos dice el rumbo que marca el decimocuarto plan quinquenal».
El plan quinquenal, continuó, «se conecta de algún modo con toda la tecnología porque China ha percibido la importancia de la economía verde, de la que se conviertió en líder».
A su turno, el profesor Zhou Zhiwei, miembro de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS, por sus siglas en inglés) destacó que China promueve el intercambio mundial en tecnología buscando calidad y reducción de emisión de gases contaminentes en los mecanismos multilaterales.
«Esta economía verde está basada en la eficiencia, la armonía y la sostenibilidad. Incluye agricultura ecológica, una industria de servicios sustentables y un concepto de desarrollo con equilibrio entre el hombre y la naturaleza. Esto incluye también a las importantes y necesarias políticas de infraestructura», resumió Zhou.
En opinión del doctor en Economía y director del Instituto Confucio de la UNESP, Luis Antonio Paulino, China «juega un papel clave en la economía mundial» pero no sólo por su tamaño y su ascenso de los últimos años, sino por lo que representa en la economía verde.
«China está en la delantera de la economía solar, en el transporte de bajo carbono, red de trenes y vehículos eléctricos», destacó el director del Instituto Confucio.
En esa línea, destacó que China ha logrado convertirs en líder de energías renovables como la eólica y solar.
«Los empleos en energía renovable superan los de petróleo y gas y la economía verde es una realidad que está dando una contribución fundamental», comentó, apuntando que China responde por un tercio de la energía eólica del mundo y por un cuarto de la energía solar generada a nivel planetario.
En cuanto a la cooperación bilateral, los especialistas recordaron que Brasil tiene a China como principal socio comercial desde 2009.
«El espacio de colaboración entre China y Brasil es muy grande. Con las metas del plan quinquenal chino de ampliar la producción de granos, Brasil necesita modificar la agenda exportadora, incluir más productos manufacturados», opinó Paulino.
Zhou, por su parte, apuntó como avances en la cooperación los acuerdos Brasil-China firmados antes de la pandemia en 2019 para alentar la nanotecnología, inteligencia artificial y tecnología aeroespacial.
Carvalho reflexionó que «este escenario debería hacer pensar a Brasil para realizar una reindustrialización. No sirve pedir que nos compren productos manufacturadores si no tenemos la calidad y el precio. Creo que la política pública debe dirigirse hacia la reindustrialización».
Puso como ejemplo positivo de Brasil a la capacidad tecnológica e industrial de la constructora de aviones brasileña Embraer, la tercera del mundo en su tipo.
秘魯新世界日報微信二維碼
秘魯新世界日報网站二維碼
