(China.org.cn) — La nueva variante de ómicron CH.1.1, detectada en más de 60 países, presenta cierto grado de evasión inmunitaria, pero no un aumento significativo en su capacidad para causar enfermedades, por lo que representa solo una amenaza mínima para China, dijo un experto citado por el Diario de la Salud el martes.
Las estadísticas de brote.info, una base comunitaria de información sobre la COVID-19, mostraron que la mutación conocida como orthrus, procedente de la BA.2.75, ha sido identificada en más de 60 países como Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Camboya e Irlanda, así como en 51 estados de Estados unidos.
La variante surgió en el sudeste asiático el otoño pasado y ahora es responsable de más de una cuarta parte de las infecciones en algunos lugares del Reino Unido y Nueva Zelanda, según un artículo preliminar publicado por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos la han rastreado y estiman que comprende el 1,5 % de los casos en el país.
De acuerdo con datos actuales, la CH.1.1 posee un cierto grado de evasión inmunitaria y puede causar nuevos contagios, pero no parece tener una mayor capacidad de desarrollar la enfermedad entre la población, explicó Zhao Wei, director del Centro de Investigación en Bioseguridad de la Facultad de Salud Pública en la Universidad Médica del Sur.
Según un informe del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, las cepas que prevalecen actualmente siguen siendo la BA.5.2 y BF.7 y no se han encontrado otras, dijo Zhao.
Añadió que por un lado esto muestra que la cuarentena funciona de manera efectiva en evitar el ingreso masivo de nuevas cepas desde el extranjero; y por otro que la epidemia en China está bajo control y la barrera inmunológica de las personas permanece alto. Se puede decir que las variantes recientes de ómicron son menos peligrosas para el país.
En un estudio publicado en el servidor de preimpresión bioRxiv, expertos de la Universidad Estatal de Ohio encontraron que la CH.1.1 lleva el sustituto L452R descubierto previamente en la variante delta.
Agregaron que la CH.1.1 también se une bien a los receptores ACE2, el punto donde el virus infecta las células humanas, lo que significa que tiene el potencial de anular, al menos parcialmente, la inmunidad de los anticuerpos de un contagio y vacunación previos, y causar un cuadro más grave del mal.
Es posible que pueda superar a otras cepas de ómicron en estos campos debido a una preocupante mutación del L452R observado en la delta, pero generalmente no en la ómicron, precisaron los investigadores.
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